Evaluación de cuatro siembras de labranza en el cultivo de ajonjolí sesamum indicum l: en la costa de Hermosillo

Abstract

La preparación del terreno es una práctica muy antigua y a la que se le ha dado importancia primordial, sin embargo, practicas tales como arar, rastrear, pulverizar, voltear y nivelar el suelo para establecer la cama de siembra, generalmente requieren de gran cantidad de maquinaria y con frecuencia no se plantean en función a las características del suelo y del cultivo. Por otra parte, el uso excesivo de maquinaria ocasiona un incremento de los costos de producción del cultivo y erosión del suelo por un excesivo movimiento del mismo que puede ser fácilmente arrastrado por el agua y el viento. Este arrastre también ocasiona la perdida de materia orgánica y grandes pérdidas de humedad a través de una mayor evaporación de agua. Lo señalado anteriormente ha puesto en duda el uso de la labranza, por lo que en los últimos años se han venido desarrollando sistemas de labranza reducida, que van desde eliminar algunas prácticas de labores, hasta la ausencia de preparación del terreno para la siembra. Las principales ventajas enunciadas para estos sistemas de producción son: menor uso de maquinaria, con lo cual bajan los costos de producción, disminución de la erosión, mejoramiento de la estructura del suelo al existir menor movimiento del mismo, mayor retención de humedad, menor compactación del terreno e incremento de la intensidad del uso de la tierra. El experimento se realizó en el campo experimental de la Escuela de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, durante el ciclo primavera-verano de 1986. Se evaluaron cuatro sistemas de labranza en el cultivo de ajonjolí (Sesamum indicum L.). Los cuales fueron: Cultivo de relevo, Labranza mínima, Labranza cero y Labranza Convencional. El diseño experimental usado fue un completamente al azar. La parcela experimental consistió en cuatro melgas de 14 metros de ancho por 110 metros de longitud. Como parcela útil se utilizaron los cuatro surcos centrales. Para la variable rendimiento se tomaron 6 muestras al azar por cada tratamiento, tomando cuatro metros de surco por cada muestra. Para las demás variables se tomaron 15 plantas al azar por tratamiento, tomándose cada planta como una repetición. Al realizar el análisis estadístico se obtuvieron los siguientes resultados: para la variable producción se encontró que esta fue mayor en el sistema de labranza mínima, obteniendo un rendimiento promedio de 1987 Kg/Ha. Cero labranza y labranza convencional tuvieron los menores rendimientos con 864 y 968 kg/ha respectivamente, siendo estos últimos sistemas estadísticamente iguales. Económicamente los mejores sistemas resultaron ser los de labranza mínima y cultivo de relevo, al obtener los mayores beneficios netos. Labranza cero tuvo los menores costos de producción, obteniendo mayores ganancias económicas que la labranza convencional.